33. SIN MIEDO A REPRESARIAS
He visto las migas que has dejado,
recorrido el camino de tu voluntad firmado,
he mirado en silencio tus oscuros pasos,
he entendido que me buscas lejos
y no a tu lado.
Y esa ceguera tuya de orgullo,
de miedos no redimidos al pasado,
no te llevan a buen destino,
al menos no te han calmado.
Mírame, aquí,
acostumbrada a tus tercos brazos,
que anoche me hablaron de amor,
y hoy me hablan de rechazo.
Mírame, aquí,
porque no me importa
el destino marcado,
porque no me importa el daño,
porque no me voy a ir,
no me moveré de aquí,
si no es cogida de tu mano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario