domingo, 20 de julio de 2014

45 MI DESTINO EL QUE NO VES
Lo siento, aquí llegó mi fin.
Ese mundo de sueños, de locas pasiones,
de inspiraciones divinas,
de grandes y hermosas locuras,
ese mundo del amor, no es para mí.
 No renuncio a quererte,
ni a soñar con tus abrazos,
me niego a perder el aroma de tu cuerpo, y a decirte adiós,
pero mi cuerpo y mi mente están cansados ya de tanto sufrimiento,
y me duele más tu desprecio,
que poder verte cada día sonreir, aunque no sea conmigo.

Tengo en mi piel puñales de silencio,
mi sangre corre fría y lenta,
mi corazón está cansado por el peso de tantos sueños rotos.

Me quedo aquí, donde la soledad no me exige tanto,
aunque tampoco tenga nada a cambio.
Estoy cansada, muy cansada y perdida,
cansada de no ser nunca suficiente buena
para que me des un abrazo sin tenerlo que pedir.
¡¡Me hacen tanta falta tus abrazos!!

Son muchos años  de  lucha interminable,
ilusa mi alma se creyó  con derecho de ser feliz.
Pero de nuevo, una clase de humildad para mí,
yo estoy aquí para dar no para recibir.

Palabrerías de un corazón roto,
que nadie escucha, que nadie ve,
que moribundo observa la dicha de otros sin entender
qué castigo divino tan cruel le ha quitada la dicha de ser mujer.

Mi vida fue y es dura 
¿Qué es lo que no ves?
ya no tengo fuerzas, ya no,
he tocado fondo por primera vez,
pero me alegro de verte sonreir.



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